martes, 19 de junio de 2012

  




Ayer, por la noche, antes de dormir mi nieto temblaba. Pensé que estaba enfermo o tenía gripe. Noté que sudaba, entonces le pregunté:
- ¿Qué te pasa, hijito?
        - Nada abuelo. Esteeeee, la verdad, hoy me han contado un relato. Dicen que en Pachía existe un tesoro oculto, allí existe oro. ¿Es verdad eso, abuelito? ¿Tú qué sabes?
        - Te voy a contar un secreto. Cuando los españoles capturaron al último Inca, los súbditos ordenaron que juntasen todo el oro del imperio, para pagar el rescate. Los antiguos pobladores de Tacna, juntaron el oro. Cuando estaban llevando en llamas, el oro; se supo la fatal noticia: habían matado al Inca.
        El jefe de Tacna, ordenó que enterraran en Pachía, todo el oro, junto con las llamas y sus conductores. Todos fueron cubiertos de tierra, vivos.
Así se mantuvo en secreto el tesoro de Tacna. En 1833, un arriero encontró una llama con un poco de oro. Avisó a sus familiares; entonces, se fueron a excavar, para sacar el metal precioso. Cuando vieron un objeto pesante, que brillaba como el sol. ¡Sorpresa! Un terremoto en Tacna, era el año de 1833.
Pasaron los años, y en 1868, un buscador de minas encontró objetos de oro. Hizo emborrachar a varios campesinos de Calana y Pachía, y luego los llevó para extraer el oro. Cuando vieron que algo brillaba, se dieron cuenta que iban a ser millonarios. Fatalidad, un terremoto y un maremoto destrozó Tacna y Arica.
Una empresa minera, el 23 de junio del 2001, encontró oro de alta calidad. Gracias a los detectores de metales preciosos, el sueño de ser ricos iba a ser una bella realidad. ¡Desgracia! Un terremoto asoló la región sur del Perú y el norte de Chile.

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